¿Por qué ver Spartacus?

La serie "Spartacus: Sangre y arena" (2010) la vi tres veces y en tres diferentes etapas de mi vida. Siempre termino llorando y con un vacío que tarda en llenarse. Ojalá más personas pudieran conocerla. Es una historia sobre lo posible en un mundo de imposibilidades. Al principio puede pasarte que al ver tantas escenas de sexo coreografiado y tantas luchas con sangre hecha por computadora tengas ganas de abandonarla. Pero ¡no lo hagas! Spartacus se convierte poco a poco en una experiencia única. No te va a ofrecer reconstrucciones históricas verídicas, es una serie muy conciente de sí misma. Pero sí te va a contar cómo fue la preparación de la "Tercera guerra servil" liderada por Espartaco y sus amigos contra los romanos en los años 73 y 71 AC. Los gladiadores eran esclavos de las regiones sometidas por Roma, eran comprados por mercaderes y peleaban en combates hasta la muerte para el entretenimiento del público romano. Espartaco y otros esclavos gladiadores idearon un plan de escape que desencadenó un estallido en toda la península. A este grupo se les unieron esclavos fugitivos y esto ayudó a formar un ejército de ciento veinte mil personas. Guiados por Espartaco conformaron una fuerza armada que, sorpresivamente, demostró repetidas veces su capacidad para resistir y superar al bien equipado ejército romano.

La serie nos presenta la transformación de un esclavo: de ser un guerrero tracio a convertirse en el legendario gladiador Espartaco. El actor que interpreta a Espartaco fue Andy Whitfield, sumamente carismático y con un aspecto imponente, a quien veremos sufrir y atravesar un camino que no puede dejar de elegir hasta su final. Lo acompañan en esta linda historia los malvados Quinto Batiato, el lanista y empresario dedicado a la compraventa de gladiarores, y su hermosa esposa Lucrecia, interpretada por Lucy Lawless (nuestra queridísima Xena). Ambos despliegan en cada escena toda su crueldad. Los villanos de esta serie están muy bien construidos, los odiamos pero entendemos sus motivaciones. Los otros personajes que amé son el Doctore Enomao, entrenador de gladiadores, el gladiador invicto Crixus y el mejor amigo de Spartaco, Varro.

Hago un apartado visual. Esta serie no podría existir sin "Matrix" (1999) y "300" (2007). También en los primeros episodios tiene algo del tono de "True Blood" (2008), demasiadas escenas sexuales y sangre, pero está justificado. Hay una historia detrás de los desnudos y la violencia, todo forma parte del mensaje. Me aventuro a decir que la forma en la que se muestran los cuerpos refuerza el concepto de propiedad de los romanos. La danza de los cuerpos, en el sexo y la arena, siempre está digitada por los intereses y caprichos de los amos. Justamente, cuando esa influencia logra romperse, los cuerpos pueden amar y matar por sí mismos. El guión es sublime, maneja muy bien el dramatismo y la catarsis. Cada gota derramada por los romanos se paga con más sangre. Los diálogos son inteligentemente sarcásticos y podemos conocer el mundo de los gladiadores en su día a día.

Luego de la primera temporada se le diagnostica cáncer al actor Andy Whitfield y tiene que retirarse de la producción para someterse a varios tratamientos. Mientras tanto se realiza una precuela "Spartacus: Dioses de la arena" (2011) en la que conocemos a un nuevo protagonista Gannicus quien era el anterior gladiador invicto de la casa Batiato, vemos el origen de Crixus y la forma en la que Enomao se convierte en Doctore. Además conocemos cómo Batiato se posiciona como lanista y da rienda suelta a sus ambiciones desmedidas. Andy Whitfield no logra recuperarse y muere en septiembre de 2011. Para los espectadores fue un golpe terrible. ¡No se imaginan lo mal que me hizo! Durante su tratamiento el actor decidió, junto a su esposa Vashti, filmar el documental "Be Here Now" (2015) que muestra sus últimos meses. Este documental está dirigido por Lilibet Foster y trata sobre vivir el presente intensamente. Andy le dio su bendición al actor Liam McIntyre quien interpretaría a Espartaco en las próximas temporadas.

Así llegamos a "Spartacus: Venganza" (2012) y "Spartacus: La guerra de los condenados" (2013) que nos muestra la revolución que lleva a cabo Espartaco y cómo hace temblar Roma. Liam McIntyre también hace un excelente trabajo interpretando a Espartaco y le terminás tomando cariño. Desde la tercera temporada la serie adopta un nuevo ritmo, el guión funciona como un engranaje muy bien aceitado, la serie se hace más fiel a sí misma. Ya conocemos a los personajes principales y sabemos lo que tuvieron que sufrir, seguimos paso a paso las batallas finales... Si te gustan las series en las que las luchas tienen un trasfondo dramático y en la que la venganza se sirve como un plato frío te va a gustar Spartacus. Y si al terminar tenés ganas de saber un poco más sobre Espartaco podés ver "Espartaco" (1960) de Stanley Kubrick. Y si querés ver una película sobre el camino de un gladiador podés ver "Gladiator" (2000) de Ridley Scott.

Spartacus en Netflix


Por Maricel Martínez